El propósito de esta entrada no es explicar de forma pormenorizada la introducción de la Gambusia (Gambusia holbrooki) en España como agente biológico contra el paludismo o malaria. Quiero, dejando aparte consideraciones políticas, resaltar el nombre de la familia -de Buen- que influyó mucho en la introducción de este pez.
Foto por José L. Blanco.
Estamos en 1921 y la enfermedad de la malaria era común y preocupante en aquellos tiempos, sobre todo en la Europa meridional, (España, Italia...), no en vano, a esta enfermedad se la consideraba "endémica". Es transmitida por la picadura de las hembras de algunos mosquitos (Anopheles, los machos solo se alimentan de la savia de plantas) y la forma más efectiva de exterminarlos es cuando aun son larvas acuáticas. Los venenos conocidos en aquel tiempo eran de tipo químico: Petróleo, "verde de París", que eran caros y nefastos para el medio ambiente por su toxicidad.
Odón De Buen y del Cos (1863 - 1945), catedrático en la Universidad de Barcelona (y senador). una parte de sus hijos: Sadí y Eliseo, médicos éstos y Fernando y Rafael, biólogos son las personas que inicialmente se encargaron de la lucha antipalúdica en este país, sin olvidar a Gustavo Pittaluga, contemporáneo de los anteriores.
Para remediar la situación en Europa, se enviaron desde EEUU con destino a Italia, según fuentes, 200/300 ejemplares vivos de gambusia. En una de sus escalas (Cádiz), para reparar la nave, observaron que casi todas las gambusias de sus tanques habían muerto, quedando solo una veintena de especímenes. Sadí De Buen (hijo de Odón) se puso en contacto con la Cruz Roja Internacional, decidiendo que los especímenes restantes se quedarían en España. Se encargaron de estos ejemplares Fernando De Buen (hermano del anterior) y Luis Bellón; al principio fueron instalados en unos acuarios del Instituto Español de Oceanografía, pero al no obtener resultados en su multiplicación, decidieron soltar los 12 animales supervivientes (julio 1921) en la charca de la "Fuente del Roble" en Talayuela, provincia de Cáceres, donde se reprodujeron con gran éxito. Desde esta localidad, en los siguientes años fueron enviados multitud de especímenes para colonizar todos los rincones de este país (y de otros). Así mismo, los lugares ya "colonizados" eran fuente de nuevos ejemplares para nuevas zonas.
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Recordemos que las gambusias son ovovivíparas, de fecundación interna, esto constituye una gran ventaja para la especie pues la hembra lleva consigo los huevos y crías durante el "embarazo" con lo que están estas mucho más protegidas. Las hembras generalmente efectúan tres o cuatro partos al año llegando hasta 5 ó 6, pudiendo alumbrar en cada uno de ellos hasta 70-80 juveniles, estas crías son fértiles a muy corta edad (6 semanas) por lo que se pueden solapar varias generaciones durante el mismo año. Además otro factor de importancia para su dispersión natural es que las gambusias aguantan niveles de contaminación muy altos, superiores a otras especies autóctonas.
En España, en 1961 se dió el último caso de Malaria autóctona (no importada por viajeros) y en 1964 se declaró "libre de Malaria" el país por la OMS.
El por qué no se emplearon las especies ibéricas (Fartet y Samaruc, p. ejem.) ha de achacarse fundamentalmente al tiempo y pensamiento en el que esto sucedía: La Ecología (no el "ecologismo"), no estaba para nada desarrollada y si acaso esta introducción se vería como un "mal menor" comparado con el azote de la enfermedad y sus consecuencias.
Pero la verdadera curiosidad y entrada de este Blog, es que la familia De Buen ya vió en su momento (hacia 1924) que la gambusia, acabaría en muchas zonas con los peces autóctonos y aventuraban la posibilidad de utilizar a éstos como depredadores de las larvas de mosquitos, en vez de la gambusia, en especial al Fartet (Aphanius iberus):
"Fernando de Buen hizo que las Gambusias holbrooki americanas
conviviesen con el Cyprinodon iberus español, ambas especies pertenecientes a
la misma familia. La especie española se mostró menos ágil, apareciendo
cadáveres y ejemplares con aletas destrozadas a los doce días de convivencia.
Pasados unos días más, los voraces peces americanos habían terminado con los
ejemplares ibéricos.
Las dos especies, de talla semejante y hábitos similares frecuentaban
aguas estancadas, tranquilas y de curso lento, preferían las márgenes poco
profundas y devoraban presas en gran cantidad. En la pelea por el espacio y el
alimento la especie española llevaba la peor parte. Fernando de Buen llamaba
la atención del peligro de acomodar gambusias en zonas de riqueza pesquera por
la voracidad de la especie extranjera." (*)
Hoy día el Fartet (Aphanius iberus) solo prospera en aguas fuertemente salobres e incluso hipersalinas donde la gambusia no puede desarrollarse. Ahora, pensemos que estas localidades cercanas al mar, están por lo general bajo una fuerte presión turística, por lo que la desaparición de hábitats idóneos es otra de las causas de la decadencia de las poblaciones de Fartet y Samaruc (Valencia hispanica).
Bibliografía recomendada:
"Efecto larvicida del Cyprinodon iberus o Hydrargyra hispanica en comparación con la Gambusia sp." Acta de la sesión celebrada por la Real Sociedad Española de Historia Natural el 8 de Marzo de 1922. Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural. 1922. Tomo XXII. Págs. 146- 147. (Puede ser consultado en Internet).
De Buen, F. (1929). La invasion de nuestras aguas dulces por la Gambusia (Gambusia holbrooki) Revista de Biología Forestal y Limnología. I-1:49-53.
(*) Fernández Astasio, B. (2002). Tesis doctoral: "La erradicación del paludismo en España : aspectos biológicos de la lucha antipalúdica". Ed Universidad Complutense de Madrid. (Puede ser consultado en Internet).
Navarro-García, J.R. El hombre y la Ciencia. Boletín de Malariología y Salud Ambiental. enero-julio 2013. Vol. LIII: 99-112. (Puede ser consultado en Internet).
(**) Oriol Vidal, Emili Garcı´a-Berthou, Pablo A. Tedesco , José Luis García-Marín. Origin and genetic diversity of mosquitofish (Gambusia holbrooki) introduced to Europe. Biol. Invasions (2010) 12:841–851. DOI 10.1007/s10530-009-9505-5 (Puede ser consultado en Internet).
Hoy día el Fartet (Aphanius iberus) solo prospera en aguas fuertemente salobres e incluso hipersalinas donde la gambusia no puede desarrollarse. Ahora, pensemos que estas localidades cercanas al mar, están por lo general bajo una fuerte presión turística, por lo que la desaparición de hábitats idóneos es otra de las causas de la decadencia de las poblaciones de Fartet y Samaruc (Valencia hispanica).
Bibliografía recomendada:
"Efecto larvicida del Cyprinodon iberus o Hydrargyra hispanica en comparación con la Gambusia sp." Acta de la sesión celebrada por la Real Sociedad Española de Historia Natural el 8 de Marzo de 1922. Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural. 1922. Tomo XXII. Págs. 146- 147. (Puede ser consultado en Internet).
De Buen, F. (1929). La invasion de nuestras aguas dulces por la Gambusia (Gambusia holbrooki) Revista de Biología Forestal y Limnología. I-1:49-53.
(*) Fernández Astasio, B. (2002). Tesis doctoral: "La erradicación del paludismo en España : aspectos biológicos de la lucha antipalúdica". Ed Universidad Complutense de Madrid. (Puede ser consultado en Internet).
Navarro-García, J.R. El hombre y la Ciencia. Boletín de Malariología y Salud Ambiental. enero-julio 2013. Vol. LIII: 99-112. (Puede ser consultado en Internet).
(**) Oriol Vidal, Emili Garcı´a-Berthou, Pablo A. Tedesco , José Luis García-Marín. Origin and genetic diversity of mosquitofish (Gambusia holbrooki) introduced to Europe. Biol. Invasions (2010) 12:841–851. DOI 10.1007/s10530-009-9505-5 (Puede ser consultado en Internet).